Lucía
y la máquina del tiempo
M.G.A.,
3º D
La máquina del tiempo se detuvo y Lucía se despertó. No
sabía dónde estaba. Era un lugar extraño. Aunque sabía que estaba en su ciudad,
porque las calles y la situación de los edificios era igual, todo parecía diferente
a la vez.
No eran edificios de ladrillo y hormigón, sino edificios
flotantes de metal, acero y chapa. También había carreteras entre los
edificios, cruzándolos por las ventanas y hasta por el techo, con coches que se
movían a base de oxigeno propulsado. Los arboles eran extraños, nunca había
visto plantas de esos colores, rojo, azul, negro…
Lucía estaba asombrada, y de pronto, la entraron ganas de
llorar, al descubrir que estaba en “EL FUTURO”, y que estaba muy lejos de lo
que ella amaba.
Iba por la calle y se cruzaba con mucha gente, pero nadie
la miraba, entonces, se decidió ir a preguntar a cualquier persona si sabía De
alguien cercano a ella, pero al acercarse, nadie la contestaba. Pasaban de
largo después de muchos intentos, llego a la conclusión de que al viajar al
futuro, nadie la podía ver, ni oír, ni tocar.
No sabía qué hacer. Estaba sola en este espacio-tiempo.
Fueron pasando las horas y tenía sueño, intentaba
aguantar despierta lo máximo posible, porque no sabía qué la esperaba en esa noche
oscura y temerosa.
03:15PM Y no podía más y decidió dormirse en un banco.
Tenía frío solamente tenía la ropa que llevaba puesta y
no podía parar de tiritar, aunque con los ojos cerrados, notaba mantas suaves y
edredones mulliditos.
¡¡RING, RING, RING!!
Saltó de un bote de la cama y despertó en su habitación,
con los ojos entreabiertos por culpa de los rayos de luz del sol pasando por las
rendijas de las persianas.
Pensándolo bien…¡se dio cuenta de que todo era un sueño!
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